Escribo estas líneas en un ratito de tranquilidad en la city ya a pocos días de terminar el convulsionado 2023 argentino.

De a poco empezamos a ver cómo aspectos comunes en economías desreguladas que tanto necesitamos están volviendo a ser el centro de discusiones. El nuevo gobierno deberá tomar una serie de decisiones para promover el desarrollo económico y el crecimiento de las empresas privadas y para ello resulta necesario que todos, en conjunto y cada uno por su cuenta, recojamos el guante.

Es el Mercado de Capitales el medio probado a nivel mundial para el desarrollo en profundidad y en extensión de las empresas privadas. Resulta imposible pensar, por ejemplo, en la economía estadounidense sin el elemento bursátil a la hora de entender su crecimiento durante los últimos 200 años. La receta del éxito, por un mercado de capitales pujante, robusto y líquido, es una enorme desregulación en términos de normativa, una transferencia a los emisores en materia de aprobación de la oferta pública y el respeto irrestricto por el proyecto de negocios determinada por el directorio de cada empresa. Alcanza con ver la cantidad de empresas que recientemente han hecho su IPO. El aspecto más urgente por mejorar y desregular en procura de fomentar el desarrollo de la economía real es el Gobierno Corporativo.

Nos cansamos de leer y mencionar que lo que se necesita es inversión directa a Economía Real y no en deuda corporativa, pero no vemos que se plantee la correcta estructuración de las empresas de cara a ser receptivas de aportes de capitales extranjeros. Se comprende la necesidad, pero no se entienden los requerimientos específicos del Capital.

La mejor forma de prepararse no es con una Oferta Pública de Acciones. Esa es una alternativa demasiado pronta y apresurada. Lo mejor en estos tiempos es tener una estructura de Gobierno Corporativo diverso, preparado, experimentado y con la debida red de contactos.

Las Pymes tienen la posibilidad de incluirse en el Mercado de Capitales de distintas maneras.

Mercados como MAV cuentan con facilidades interesantes que ofrecen soluciones de financiamiento para empresas y esperamos que se vayan ampliando.

Es esperable la reconstrucción del Mercado de Capitales de la mano de más Pymes ofreciendo sus activos en él, siendo este uno de los principales emergentes de la desregulación del mercado de capitales. Es imprescindible la reinserción de la Argentina en el mercado financiero internacional, pero esto no es posible sin un mercado de capitales local con capilaridad a PyMEs.

Estamos preparados para la normalización de las relaciones con organismos financieros internacionales, la libertad de movimientos financieros nacionales, a mediano y largo plazo? La única forma de garantizar estar preparados es participando de esta agenda desreguladora desde la discusión y no desde la tribuna de espectadores.

Desde los muy prolongados periodos de tiempo para la aprobación de un fondo, como las SPAC (*2). Para esto tenemos mucho que trabajar con “los Reguladores”. Y cada vez vamos a poder ir incorporando distintas propuestas modernas que alentarán a las empresas a involucrarse en el Mercado argentino con pronósticos favorables y la seguridad jurídica necesaria de ahora en adelante.

El compromiso de los agentes del Mercado es avanzar con agilidad, transparencia y buenas decisiones, a la libertad, a la sana competencia, a las inversiones que animan a los Directorios de las empresas, a salir al Mercado por el bien de las empresas, de los accionistas y en especial, de los trabajadores y sus familias.

*Gonzalo Chiarullo, Vicepresidente de Número Bursátil y socio y graduado del IGEP.
(*2) SPAC “Special Purpose Acquisition Company” es una empresa de adquisición con propósito especial, también llamadas “Blank Check Companies” o compañías de cheque en blanco. Una SPAC es una empresa sin un modelo de negocio concreto: no tiene actividad comercial. Su único fin es conseguir fondos para realizar fusiones y adquisiciones. Su misión es captar fondos a través de la salida a bolsa. Es decir, a través de una Oferta Pública Inicial (IPO), la compañía ofrece acciones a cambio de recaudar capital. El dinero se deposita en una cuenta fiduciaria (una cuenta en garantía) que rinde intereses y el objetivo es comprar a una o varias empresas para crear una nueva compañía resultante que cotice en bolsa.