Por Eduardo Reilly Grant y Sebastián M. Rossi, Comisión Directiva IGEP
Bajo el lema “¿Argentina Estable? ¿Mundo Volátil? Nuevo Escenario de Desafíos y Oportunidades para el Directorio”, el pasado 30 de septiembre se celebró la XIV Convención Anual del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP), con la participación de socios, egresados y miembros de nuestra comunidad institucional.
En sus palabras de apertura, el presidente del IGEP, Santiago Gallichio, destacó la relevancia de fortalecer la voz de los directorios empresariales en un entorno internacional caracterizado por la incertidumbre sistémica y la reconfiguración de alianzas estratégicas. En ese marco, anunció que Argentina será país anfitrión en 2026 de la próxima reunión internacional de la Global Network of Director Institutes (GNDI), una instancia clave para posicionar al país como actor relevante en la agenda global de gobernanza corporativa.
Este anuncio representa una oportunidad histórica para consolidar no solo el liderazgo institucional del IGEP, sino también para proyectar a la Argentina como referente en prácticas de gobernanza, transparencia y profesionalización de los órganos de decisión empresarial. El involucramiento activo de nuestros socios y egresados será fundamental para el éxito de este evento de alcance global.
Estabilización macroeconómica y oportunidades estructurales
El primer panel estuvo dedicado al análisis del entorno macroeconómico y fiscal. Moderado por la periodista Clara Mariño, contó con la participación de Elisabet Bacigalupo y Gustavo Pérego, economistas de la consultora ABECEB.
Bacigalupo destacó que el reciente respaldo financiero de Estados Unidos, mediante la recompra de bonos soberanos, generó un alivio transitorio en los mercados, aunque advirtió que “no resuelve el desafío estructural de acumulación de divisas”. En su diagnóstico, Argentina deberá avanzar hacia un “reset cambiario” que implique una mayor flexibilidad en el régimen de tipo de cambio, sin que ello conlleve necesariamente una devaluación abrupta.
“La Argentina tiene margen y oportunidad para estabilizarse y transformar su estructura productiva”, subrayó Bacigalupo. Pérego complementó con una visión optimista sobre los motores de crecimiento a mediano plazo: Vaca Muerta Sur, la minería de litio y los proyectos de cobre en la Cordillera, que podrían revertir el déficit de cuenta corriente y generar hasta 30.000 millones de dólares anuales de superávit comercial energético hacia 2030.
PYMEs, mercado de capitales y gobernanza financiera
El segundo panel abordó los desafíos y oportunidades en el acceso al mercado de capitales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Participaron Estanislao Iturbe (Banco CMF), Daniela Valenzuela (Moody’s), Rodrigo Armas Pfirter (ALZ Agro) y Edna Holanda, representante del Instituto Brasileño de Gobernanza Corporativa (IBGC).
Iturbe celebró las medidas de desregulación y simplificación administrativa impulsadas por la actual gestión gubernamental, alentando a las empresas a “animarse a ingresar al mercado de capitales”. Armas Pfirter coincidió en la necesidad de “dar el primer paso” y buscar asesoramiento profesional para estructurar adecuadamente sus emisiones.
Valenzuela sostuvo que “el miedo de las PYMEs está más asociado al desconocimiento que a la falta de condiciones objetivas”, y remarcó que la información financiera clara y la transparencia institucional son claves para superar las barreras iniciales.
Desde Brasil, Edna Holanda aportó una perspectiva comparada sobre la importancia de una gobernanza sólida como puente hacia el desarrollo de un mercado de capitales robusto y sostenible, destacando el rol de los directorios en la construcción de confianza y credibilidad ante inversores.
Reformas estructurales: laboral y tributaria
El tercer panel reunió a Máximo Bomchil, socio del Estudio Bomchil, y a Esteban Martino, director Institucional y de RRHH de Albano Cozzuol S.A., quienes analizaron las reformas laborales y tributarias necesarias para el despegue económico argentino.
Bomchil advirtió que “ninguna reforma que se haga por decreto de necesidad y urgencia va a ser sostenible en el tiempo”, subrayando la importancia de la legitimidad jurídica y el consenso político para la implementación de cambios estructurales. Martino, por su parte, señaló que “las cámaras empresarias deben alcanzar acuerdos con los sindicatos; sin consenso entre las instituciones representativas, las reformas no prosperarán”.
Ambos coincidieron en que los altos costos impositivos y la elevada litigiosidad laboral constituyen obstáculos persistentes para el desarrollo del empleo privado y la competitividad del sector productivo.
Geopolítica y redefinición de alianzas estratégicas
El último panel, moderado por el profesor Alejandro Corbacho, se centró en la reconfiguración del orden global y sus implicancias para la estrategia empresarial.
Juan Battaleme, secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, definió el momento actual como el de “un mundo mucho más coercitivo, con sanciones más activas”, en el que las empresas deben actuar con prudencia estratégica y planificación geopolítica. No obstante, destacó la “lejanía geopolítica de Argentina” como una ventaja relativa para posicionarse como proveedor confiable de seguridad alimentaria, energética y de minerales críticos.
Rodrigo Bardoneschi, funcionario de la Cancillería Argentina y negociador clave del acuerdo Mercosur–Unión Europea, resaltó la revitalización de la agenda del bloque regional y el impulso para concluir el acuerdo con la UE: “Para competir en el ámbito internacional debemos tener las mismas condiciones que nuestros competidores”.
Por su parte, Ernesto Mané, secretario de la Embajada de Brasil en Buenos Aires, subrayó que se trata del mayor acuerdo comercial alcanzado por el Mercosur, que incluye compromisos en propiedad intelectual, desarrollo sostenible y transparencia regulatoria, elementos clave para la inserción internacional de nuestras empresas.
Reflexiones finales
La XIV Convención del IGEP dejó un mensaje claro: existe espacio y oportunidad para transformar estructuralmente la Argentina, siempre que se logren consensos institucionales y se aprovechen las ventanas de oportunidad que ofrece el nuevo orden global.
El IGEP reafirma su compromiso con la profesionalización de los directorios, la gobernanza transparente y la integración internacional de las empresas argentinas, como pilares fundamentales para una inserción estratégica y sostenible en el escenario global.