Hace unos meses, una empresa internacional me encargó la búsqueda de una persona para ocupar el rol de Director o Directora Independiente para el Directorio de su filial argentina. A diferencia de lo que ocurre en el mercado laboral de ejecutivos, satisfacer la expectativa de encontrar un buen Director No Ejecutivo e Independiente (DNEI) en la Argentina encierra unos cuantos desafíos.

Durante las entrevistas, pude registrar la variedad de intereses, experiencias y pretensiones de los candidatos, pero también a través de ellos pude notar las características singulares con que las empresas impregnan a este rol en sus respectivos Directorios.

▪ Recordemos que se trata de un rol que requiere la capacidad de DIRIGIR y no necesariamente la de GESTIONAR. Esto a pesar de que el incumbente ejerza o haya ejercido un rol ejecutivo en su profesión. Por eso decimos que es “no ejecutivo”.

▪ Por otra parte, la función requiere ser “independiente”. Para ello, debe cumplir con la normativa vigente que pone restricciones temporales y de vínculo con la empresa o grupo empresario, para así ser considerados verdaderamente independientes en cuanto a sus decisiones.

▪ A medida que vamos estrechando el círculo de posibilidades, nos vamos encontrando con otros factores concurrentes, como cierta renuencia en profesionales calificados a asumir los riesgos legales y penales que el rol involucra en el ejercicio del rol director en algunas empresas de la Argentina.

▪ Tampoco existe aún en el país una cultura extendida sobre la relevancia de este rol, que permita darle al mismo la verdadera institucionalidad que se requiere, y que por otra parte sí encontramos en otros países donde la figura se encuentra más desarrollada y consolidada.

▪ Y como si lo anterior no fuera suficiente, la falta de información cualitativa y cuantitativa sobre los criterios que se utilizan para remunerar a los DNEI en la Argentina hace que exista un amplio rango de valores que las empresas ofrecen, y que los Directores están dispuestos a aceptar, como compensación a su dedicación y sobre todo a su responsabilidad.

En este último punto, pude notar que, así como hay accionistas o dueños que suelen fijar honorarios relativamente bajos para sus DNEI (y que no suelen guardar proporción con la responsabilidad y riesgo que asumen), también hay Directores que aceptan dichos roles con honorarios igualmente bajos. Podemos decir, en muchos casos, notablemente más bajos que ejecutivos medios de dichas organizaciones.

En otro extremo, es posible encontrar en el país Directorios conformados bajo la premisa de alta cualificación y diversidad de sus miembros, y esto último no limitado a la diversidad de género sino también de profesiones y especialidades que permiten enriquecer las opiniones y decisiones estratégicas.

En estos casos, los candidatos suelen ser reconocidos con honorarios significativamente más altos que otros colegas, acordes a la calidad que se espera de sus aportes individuales.

 

¿Dónde encontrar una referencia entonces?

En la Argentina, el Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP) está desarrollando una tarea incesante al capacitar y certificar Directores Profesionales, además de introducir en el ámbito institucional del país las mejores prácticas que emergen de la legislación nacional y de la comparación internacional.

La alianza a nivel regional que el IGEP tiene con el instituto equivalente de Brasil, el IBGC, como así también su pertenencia a nivel mundial a la Global Network of Director Institutes (GNDI), proporciona una plataforma única en el país para desarrollar su misión y mejorar la calidad de los Directores y de la gobernanza de las organizaciones en general.

Con esta meta, el IGEP lanzó este año un primer Estudio sobre el rol del Director No Ejecutivo e Independiente (DNEI) en Argentina. Este trabajo no sólo incluye un relevamiento sobre el funcionamiento del rol, sino también sobre cómo el mismo es remunerado.

El trabajo, cuyo relevamiento se realizó en abril 2020 y cuyos resultados están saliendo a la luz este mes, fue realizado en colaboración con la consultora especializada CompStrategy, la cual garantizó la confidencialidad y calidad de los resultados aplicando las mejores técnicas de análisis. La aspiración del IGEP es realizar un relevamiento anual que sirva de referencia para individuos y organizaciones en su camino hacia una mejor gobernanza en el país.

Dado que se trata de un primer estudio para abordar el tema en cuestión, debemos decir que las respuestas obtenidas en la encuesta resultan todavía insuficientes en términos estadísticos para que la consideremos realmente representativa del universo que se desea relevar. Asimismo, la coyuntura actual introdujo variables que han modificado en alguna medida el tratamiento de los Directores en los últimos años y eso pudo haber mermado la posibilidad de obtener una mayor cantidad de datos.

Se obtuvieron resultados validados de 34 respuestas que representan una gran diversidad de industrias, lo cual es positivo para el análisis y brindan un panorama orientativo de la situación actual. Confiamos en que este informe será un aliciente para incrementar el interés y la participación en sucesivos estudios.

 

Algunas conclusiones

Composición: La cantidad de miembros más frecuente de los Directorios fue de 5 Directores titulares, aunque según la complejidad del negocio fluctúa entre 3 y 14 miembros.  De ellos, en la mayoría de los casos cuentan con al menos un DNEI, aunque muchas sociedades cuentan con más de uno y en algún caso llegan a 9.

Diversidad:   El 59% de los Directorios no cuentan con miembros mujeres. Un 32% tiene sólo una mujer como integrante. Siendo que el número más frecuente de miembros de un Directorio es 5, tener sólo una o ninguna mujer en el mismo es un indicador de que aún se está lejos de una verdadera diversidad de género.

Dedicación: La mayoría de los Directores participan de entre 13 y 15 reuniones por año (algo más de una vez por mes). Casi la mitad de los Directores declara dedicarle entre 10 y 20 horas mensuales a cada Directorio. Una cuarta parte dice dedicarle menos de 10 horas/mes.

Comités: El 41% de los respondientes manifestaron integrar al menos un Comité. De esta población, algo más de la mitad ejerce un rol en el Comité de Auditoría, una quinta parte integra el Comité de Nombramientos y Retribuciones y el resto se distribuye entre el Comité de Riesgos y otros específicos

Honorarios: Los honorarios brutos mensuales declarados por los Directores varía entre un mínimo de $80.000 y un máximo de $299.000. Por supuesto estos valores son muy dependientes de la complejidad y de los resultados de la empresa. En el 56% de los casos, la revisión de los honorarios es anual y en el 35% es mensual.

A reserva de mayores detalles y más elaboradas conclusiones que se pueden extraer del estudio, es pertinente destacar la importancia de contar con una referencia de este calibre en la Argentina.

En este sentido, el IGEP asegura un alto nivel de institucionalidad y calificada opinión, las que sumadas al profesionalismo y experiencia de CompStrategy en este tipo de encuestas de Directores, termina configurando a este rol referencial que pretende el IGEP.

Este tipo de trabajos tiene una trayectoria consolidada en los países donde tanto el rol de Director Independiente como el funcionamiento de los Directorios se encuentran mucho más desarrollados y reconocidos.

Confiamos en que este primer Estudio sea el inicio de una etapa de mayor profesionalización y madurez, que asegure la mejora continua de la gobernanza en las organizaciones de la Argentina.