- ¿Cómo se desarrolló tu carrera hasta llegar a la posición de dirección?

Soy abogado de la UCA. Antes de recibirme, muy muy joven, ya comenzaron a interesarme los negocios, las sociedades comerciales, las técnicas de ventas y formas de negociar. La activa vida social y empresarial de Buenos Aires me fueron moldeando.

Mi padre fue mi mentor. Un hombre apasionado por los negocios, muy profesional y tremendamente trabajador.

También tengo genes árabes .. eso suma.

Al recibirme, fundé mi estudio de abogados, donde he forjado ya una larga trayectoria en distintas áreas, asesorando a empresas y particulares. Pero me especialicé en

temas derecho comercial, concursos y quiebras, y con el tiempo me enfoqué en la gestión de cobranzas y recupero de mora.

Ya tengo más de 35 años de experiencia en la gestión y recupero de mora y la pasión me llevó a crear una empresa de gestión de cobranzas para sociedades comerciales y customer care.

Brindamos servicios para compañías que nos tercerizan las cobranzas y la negociación extra judicial de las deudas por un lado, y por otro, brindamos atención a clientes para empresas nacionales y multinacionales, posventa, reclamos, asesoramiento y demás siempre a medida de cada clienta.

Ahora cuento con varios equipos de trabajo en las empresas y son profesionales excelentes que hacen que las cosas funcionen y yo pueda ocuparme de la Dirección de las empresas. Es un aprendizaje diario.

 

- Cuáles fueron los principales desafíos que encontraste en el camino?

La Argentina .. todo un desafío .. un país sin igual.

Tuve la suerte de viajar mucho y conocer los mercados en Norteamérica y Europa. Tengo mi oficina en New York, una sucursal de Recuperos y Mandatos en México y una de RyMSA en España.

No hay como la Argentina. Los desafíos son diarios y mantenerse en el mercado, es un arte.

No puedo nombrar todos los desafíos que fui encontrando.

Hacer que una empresa funcione, que sea rentable, que tenga personal calificado, formar equipos comprometidos con la empresa, contagiar confianza y contar con la lealtad del personal. Superar las crisis económicas locales y mundiales, adaptarse a los cambios, a la modernización, a la tecnología y la velocidad de los cambios de IT, la pandemia y el cierre de las actividades presenciales, a los desafíos de la ciberseguridad y la nueva IA y tantas cosas más. Todo es un desafío.

En estas circunstancias, ser solo Director de una empresa o solo accionista, es muy difícil!!

La cotidianeidad lleva a involucrarse mucho hasta en detalles inimaginables.

A veces no es posible sacarse los sombreros de socio, director, gerente y empleado.

Sin embargo, es absolutamente necesario saber las diferencias, poder abstraerse de vez en cuando y ver a la empresa desde los distintos niveles para entender claramente cuál es la responsabilidad de cada uno de los niveles.

Creo que el principal desafío que tengo es ese.. ocuparme de las funciones de Director sin estar en “la diaria” ese es un gran desafío.

 

- ¿Qué herramientas, entornos, procesos sentís que fueron claves para fortalecer tus habilidades como director?

Creo que es una combinación de muchas herramientas y factores.

Mi espíritu emprendedor, la curiosidad y mi carácter extremadamente inquieto, fueron un factor importante.

La educación recibida en casa, el apoyo de mi familia, la profesionalización con los estudios de derecho y posgrados, incluso la genética.

Desde muy joven fui puliendo mi visión de negocios que me permitió crear y liderar Recuperos y Mandatos SA -la compañía especializada en servicios de gestión de cobranzas y customer care-, que se destaca en el mercado por cumplir con los más altos estándares de calidad y compliance exigidos internacionalmente.

Más recientemente creamos una empresa moderna de asesoramiento, consultoría y auditoría -RyMSA-. Con un grupo de jóvenes desarrollamos nuevos proyectos a nivel internacional.

Las circunstancias del mercado local, también fueron parte de lo que ha fortalecido mis habilidades, sin duda. La Argentina y las distintas crisis de los últimos 60 años, me dieron las herramientas para maniobrar en cualquier circunstancia. Los cambios de escenarios y del entorno, la volatilidad de la moneda, las políticas económicas de cada Gobierno o la falta de ellas (otra forma de Política es no tener una Política, no?).

Las necesidades de la gente, de las empresas, de los empresarios.. todo es parte.

No siempre fueron aciertos, pero observando los escenarios de corto y mediano plazo, fui aprendiendo cómo ser Director de una empresa, ¡habiendo empezado de cero!

La experiencia del camino recorrido, creo que me dio las herramientas para fortalecer mis habilidades y poder sentirme cómodo y seguro, en la silla del Directorio.

 

- ¿Qué lugar le darías a la capacitación en el desarrollo de tus habilidades directivas?

Un lugar alto, sin duda. La permanente capacitación es imprescindible.

 

- ¿Cómo fue tu experiencia en IGEP?

Sin duda, hizo la diferencia en mi capacitación. En el instituto que nuclea a directores de empresas de la Argentina, el intercambio de experiencias con colegas, la escucha activa de los expositores en los programas y actividades varias, es incomparable con cualquier otra capacitación. El networking nos enriquece y complementa.

El IGEP me reforzó los conocimientos teóricos y técnicos. Las actividades con los colegas de distintas formaciones y profesiones, de diferentes empresas de distintos tamaños y áreas, son un constante aprendizaje. Hasta tuve la suerte de encontrar verdaderos amigos.

 

-¿Qué le recomendás a las personas que quieren ocupar un lugar en el directorio, por donde empezar?

Hmm.. sin duda empezaría por recomendar que estudien y aprendan sobre la industria lo máximo posible, que se profesionalicen -desde ya en el IGEP con el Programa DEP y luego con los demás que complementan al DEP-, que busquen asesoramiento, que indaguen, pregunten y tengan la humildad de dejar el ego a un lado cuando algo no saben ..

“Es importante que tengan claro que hay Buenas Prácticas que son el concepto y el proceso por el que el Directorio decide y elige en forma discrecional aquello que mejor defiende los intereses de la compañía, de sus accionistas y de los demás “stakeholders”. Los directorios son activos estratégicos de las empresas, la formación crea mejores directores, los mejores directores llevan a mejores directorios, los mejores directorios mejoran las empresas. Todos podemos aprender el uno del otro”, como dicen Santiago Gallichio y Alejandro Marchionna en la última clase del Programa DEP.

Hay que saber preguntar, tener capacidad de síntesis, distinguir entre lo importante y lo urgente, tener independencia de criterio, actuar con equilibrio emocional, no sentirse afectado por la negatividad, no prejuzgar, tener pensamiento estratégico y por sobre todo, tener capacidad de aprendizaje. Siempre!

*Guillermo Fernando Combal.
Socio del IGEP. Graduado DEP y DICA. Presidente de RyMSA, Recuperos y Mandatos SA y Estudio Guillermo F. Combal Abogados.
Secretario Honorario del Rotary Club de Buenos Aires 2022-2023.
Miembro fundador de la Federación Latinoamericana de Asociaciones Nacionales de
Empresas de Cobranzas (LatinCob) y de la Asociación Argentina de Empresas de Cobranzas y Servicios Jurídicos (ASARCOB)