Hasta la presente pandemia el tema salud se trataba muy poco en los directorios.  La realidad que había dos temas que podían ser discutidos:

a. La cobertura médica de los recursos humanos de las empresas, siempre delegado en la gerencia respectiva, al cual históricamente no se le dio importancia, aunque sea aproximadamente el 10 por ciento del costo de la masa salarial. Por otro lado, dicho beneficio también tiene relevancia estratégica para contratar y retener los empleados con alto potencial.

b. La cobertura de accidentes de trabajo. La cual, dependiendo el rubro laboral, puede tener tener alta siniestralidad y por ende alto costo.

Ahora, con la llegada del COVID-19, y las consecuencias que estamos viendo que produce y producirá al P&L de las compañías, aparecen nuevos temas de salud que van a tener que ser analizados sin demora.

Como objetivo principal, las compañías necesitan mantener su operatoria lo más cercano a lo normal de manera rápida y también continua. Para esto se deben ver los siguientes temas:

1. Implementación de un sistema de detección de posibles contagiados en el ingreso y en los procesos de las empresas. Es muy importante evitar el ingreso de contagiados a la organización o, en su defecto, intentar detectarlos tempranamente dentro de ésta, por el poder de esparcimiento del virus.

2. Desarrollo de un plan de RRHH de trabajo en células. Uno de los mayores beneficios de este tipo de trabajo, es la posibilidad de alternar tareas y recursos para no comprometer un proceso determinado. Por otro lado, y teniendo en cuenta que ante la aparición de un empleado sospechoso o confirmado de estar infectado por el COVID-19 es necesario poner en cuarentena al grupo de trabajo próximo, debemos armar los grupos de trabajo cercanos de manera de células estancas para que solamente aislemos al grupo sospechado y no toda la organización.

3. Incremento o instalación de un programa de comunicaciones corporativas, tanto interna como externa. Se debe procurar realizar una comunicación clara y precisa de los acontecimientos que vayan ocurriendo, tanto al personal como a los stakeholders. Un mal manejo de la misma puede tener consecuencias económicas y de reputación considerables.

4. Designación de equipo legal que realice un seguimiento a los casos denunciados como enfermedad profesional. Si el contagio se produce en el lugar de trabajo se puede aducir accidente de trabajo y deberá ser cubierto por la ART, en esta área se debe monitorear que la ART se haga cargo de la cobertura para evitar que el empleado o sus herederos pueden reclamarle a la empresa.

5. Diseño de un plan de contención del personal. La presente crisis produce conflictos emocionales diversos (“la montaña rusa emocional”) y desde la organización debemos buscar la manera de contener para generar un ambiente productivo y eficiente. Es importante que el cuerpo gerencial trasmita un mensaje de seguridad y confianza en un contexto pleno de incertidumbre.

Toda crisis bien encarada puede resultar en un momento de fortalecimiento institucional, y la historia de nuestro país nos demuestra que el ADN argentino tiene una alta capacidad de salir resiliente de estas situaciones. Como dirigentes de empresas tenemos la responsabilidad de encarar el futuro con aplomo y confianza de poder superar, una vez más, los escollos que se nos presentan.


Este artículo es parte del Newsletter N°3 (Junio 2020) del IGEP. Suscríbase ingresando sus datos en http://bit.ly/NovedadesIGEP