Esperamos que la comunidad IGEP haya empezado muy bien este nuevo año y les deseamos más y nuevas mejoras en sus vidas profesionales, compartiéndolas con todos los colegas directoras y directores de empresa.

Entre las autoridades del IGEP, terminamos el año con la sensación compartida de que 2020 no había sido un año más y mucho menos un año olvidable, como fue la sensación globalmente extendida y resumida hasta en etiquetas de vinos y carteles pasacalles. Todo lo contrario: para el IGEP y su desarrollo, 2020 fue un año de gran crecimiento y solidificación de sus actividades. Ese espíritu se percibió con claridad en las expresiones de cada uno de los socios que asistieron a la Asamblea Anual el pasado 29 de diciembre y celebraron estos avances. La virtualidad es un aliado evidente de la comunidad IGEP.

Son claros los motivos: los costos asociados a los traslados físicos para las reuniones presenciales, primordialmente en términos de tiempo, en un público con alto costo de oportunidad como los directores, son una barrera que la cuarentena derribó y nos dio luz sobre este importante escollo a evitar. Las muchas prevenciones y prejuicios que teníamos en el pasado acerca de que nuestras actividades tenían un gran activo puesto en la presencialidad deberán ser seriamente revisadas, más allá de la superación del encierro forzado. Pensar las actividades del IGEP con un fuerte anclaje en la virtualidad es un desafío central para la planificación estratégica que acometeremos en febrero. No todo será virtual, desde ya, pero deberemos pensar cada actividad presencial bajo la mirada crítica del aprovechamiento del tiempo de nuestros socios: “esta actividad, ¿resulta esencialmente presencial o puede hacerse virtualmente?”

En materia de capacitación, el año 2021 es muy ambicioso. A la continuidad de los dos programas ya sólidamente establecidos (DEP (25 camadas) y DICA (3)) y de los otros dos programas en vías de lograrlo (DIRSA (4) y CORPSEC (2)), se suma el desafío de darle nuevo impulso a los tres programas que cuentan solo con una primera camada (DIRSEG, DIEPE e InCompany). Pero, sobre todo, el enorme desafío que significa lanzar este año las 2 actividades superiores de capacitación: los Programas de Actualización Permanente y la Certificación Profesional como Directores de Empresa.

Estos últimos son grandes desafíos, ya que son la piedra final en la arquitectura educativa de todo instituto de directores maduro. La Actualización Permanente consiste en garantizar una oferta de clases breves y muy focalizadas sobre distintos temas que complementen y mantengan actualizados a los graduados del IGEP y otros directores interesados, con el propósito final de tener una cantidad de créditos anuales para mantener la vigencia de los distintos diplomas obtenidos, dando así inicio a una capacitación continua de modo institucionalmente organizado.

La Certificación Profesional, por su parte, es la cúpula de toda la formación y validación de los directores de empresa en el mundo. Los institutos más desarrollados tienen estos programas de máximo nivel, donde se exigen no sólo conocimientos básicos de gobernanza corporativa, sino además habilidades demostradas de manejo de reuniones y toma de decisiones y, en tercer lugar, experiencia real en directorios,suficientemente extensa y exitosa, probada mediante el testimonio de pares y evaluada por un Comité de Directores Expertos en forma de Jurado. Esas tres instancias, que el pionero IoD de Gran Bretaña denomina, desde 1999,Certificate, Diploma y Chartered Director, son las que marcan el estándar internacional en la materia. Actualmente son varios institutos colegas del IGEP a nivel global los que otorgan esta certificación, el más cercano, el IBGC de Brasil, que lo lanzó en 2009 y cuenta ya con más de 1.000 directores certificados. Este es uno de los pasos más desafiantes del IGEP para 2021. Con él buscamos dar un servicio esencial a la sociedad argentina, dotándola de mejores ejecutivos para sus empresas, con mayor consciencia de sus responsabilidades y de la contribución que las empresas hacen al país.

El otro gran desafío para este año es el de consolidar el esfuerzo que nos permita transformar el networking que se vivió intensamente en 2020 y el advocacy en la defensa del rol del director de empresas profesional, que lanzamos en la Convención Anual 2020, en actividades permanentemente vivas y autosustentadas en la propia energía de sus participantes, como ya son hoy los programas de formación. Estos últimos llevaron quince años ininterrumpidos de desarrollo para que hoy podemos decir con orgullo que son una realidad sólida y con dinámica propia. Contamos con la promoción de nuestros más de 400 graduados, quienes, boca a boca, son cada vez más la mejor fuente de acercamiento de otros colegas interesados.

Para el networking, la pulsión y energía de nuestro grupo de Secretarios de las 37 Camadas es la gran columna vertebral de comunicación comunitaria. El permanente apoyo de nuestro staff solo puede multiplicar esa energía de los propios actores,que es irreemplazable. La Newsletter mensual que ininterrumpidamente publicamos desde marzo de 2020 es un órgano central que está a la espera de contribuciones de nuevos actores: cada miembro del IGEP tiene que sentirse capaz de contribuir con sus ideas y preocupaciones o sugerencias para los demás. Todos esperamos esas contribuciones para crecer. Este es nuestro mayor activo como comunidad, sin ninguna duda. No dejen que se pierdan en sus mentes, sino denles la luz para que otros podamos aprovechar sus ricas experiencias e ideas.

Los Grupos de Trabajo temático de socios, por su parte, deberán intensificar sus acciones, iniciadas con el estudio de las Remuneraciones de los Directores, que dio inicio en 2020 a la Primera Encuesta de Remuneraciones de Directores No Ejecutivos e Independientes de la Argentina, la que se realizará todos los años para poder brindar al mercado una serie estadística confiable al respecto. El segundo Grupo dará inicio en 2021 y tratará el tema Diversidad en Directorios. Estas contribuciones ad honorem de parte de los socios y graduados del IGEP a la sociedad en su conjunto son la base del saber que da legitimidad a las opiniones e intervenciones públicas del instituto y confluyen en la creación de una verdadera Voz de los Directores de Empresa.

El advocacy, por su parte, representa una exigencia mucho mayor aun, ya que compromete a todo el instituto y su reputación ante la sociedad y la opinión pública, y con ella a la de cada uno de sus miembros. Hemos comenzado por experimentar mecanismos de consulta de la opinión de la comunidad de socios y graduados del IGEP en los casos de Diversidad (a propósito de la RG 34/20 de IGJ) y Regulación de GC para Empresas Públicas (a propósito de un proyecto de ley venido en consulta). Estamos dando los primeros pasos y aprendiendo las lecciones que nos permitan garantizar que las opiniones institucionales no sean las de unos pocos directivos sino la de todos los miembros de la comunidad que tienen intención de opinar y participar. Como todas las directoras y directores sabemos, hacer de varias opiniones distintas una decisión ecuánime y adecuada es el desafío más grande para nuestra inteligencia. Hacerlo para una comunidad de más de 600 profesionales del más alto nivel, como la del IGEP, es todavía mucho más exigente. Hemos dado los primeros pasos tímidos en 2020 y vamos a profundizar y perfeccionar el mecanismo en 2021, hasta darle la solidez necesaria para que en unos años pueda funcionar por sí mismo.

Todo el proceso de advocacy concluye con el contacto del instituto con la comunidad de negocios en particular y con la sociedad toda, en general. Una vez recabada la opinión general de la propia comunidad es necesario encontrar los canales, el estilo y los comunicadores adecuados. Contamos con un staff experto en la materia y pensamos que el trabajo de este año debe llevarnos a dar los primeros pasos en una dirección más pública que hasta el presente. Hacer esto de manera adecuada es la clave para que toda la sociedad argentina pueda beneficiarse del conocimiento y la experiencia de sus directores de empresa. Dar una voz pública a las mujeres y hombres de negocios, para que su particular visión pueda alimentar todos los debates públicos con una mirada desde los negocios es una necesidad imperiosa de la Argentina, cuya opinión púbica revela muchas dudas acerca del funcionamiento de la economía y las empresas.

Por último, este año tenemos un enorme desafío internacional, ya que los institutos colegas de todo el mundo nos han elegido como uno de sus representantes para integrar el Comité Ejecutivo 2021-2022 del GNDI, el máximo órgano de dirección de la Red que representa a más de 150.000 directores y directoras de empresas de todo el mundo. Un impulso notable para nuestra propia confianza, con la certeza de que estamos transitando la senda correcta, y también la importante exigencia de tomar las decisiones adecuadas para esta tradición que está entrando recién en la adultez a nivel global: los institutos que representan directoras y directores de empresas, más allá de las conveniencias que el gobierno corporativo tenga para otros actores.

Como ven, todo un conjunto de desafíos excitantes para el que necesitamos cada vez más participación de todos y cada uno de ustedes. ¡Contamos con sus aportes! El 2021 tiene que ser todavía mejor que el gran 2020 del IGEP.