En este año teñido de campaña presidencial, hablar de gobierno, si no se trata del Poder Ejecutivo nacional y su próximo Presidente, parece poco atractivo. El gobierno corporativo, por tanto, no recibe la atención que nos gustaría. Pero así como las publicidades en año mundialista se visten con “la celeste y blanca”, los institutos de directores en año electoral nos podemos enfocar en la agenda del gobierno corporativo, una agenda abandonada por el gobierno pero también por los políticos.

Ante cada elección presidencial, el IGEP presenta su Agenda Pública de Gobierno Corporativo, detallando los puntos que creemos son los más necesarios de avanzar. Nuestra Agenda se construye en base a las actividades e intercambios que nuestros directores asociados vamos teniendo a lo largo del tiempo, y expresan nuestras preocupaciones y advertencias. En esta dirección es que la Comisión Directiva del IGEP decidió que nuestra XIIª Convención Anual del IGEP el próximo miércoles 4 de octubre en la Bolsa de Comercio se ocupe de debatir los elementos centrales que el próximo gobierno haría bien en encarar y presentar esa Agenda.

Los temas más acuciantes parecen ser, en primer término, la recomposición del mercado de capitales argentino, que hoy es de una insignificancia inaceptable para una economía en desarrollo. Desde ya, no puede haber mercado de capitales si no hay una moneda sana y un mercado de crédito bancario profundo: esos elementos son previos. Y un mercado de capitales implica el desarrollo de un mercado de directores profesionales independientes para empresas cotizantes, algo de primer orden para la Comunidad IGEP. Nuestra Certificación de directores, el esfuerzo privado de capacitación que realizan cientos de colegas, las instituciones que apostamos a la mejora del gobierno corporativo no tienen campo de acción sin un mercado de capitales que traccione las empresas hacia la excelencia, en un marco de transparencia de gestión. Y encima buena parte de las empresas cotizantes están intervenidas por directores designados por el gobierno nacional y alcanzadas por una actitud regulatoria siempre amenazante. Vivimos un capitalismo bajo sospecha.

En segundo término, se impone encarar ese territorio gris, el de las empresas estatales, que ni son empresas ni es el estado. Un verdadero oxímoron, zona de tránsito, como en los aeropuertos, cuando se deja un país pero no se ingresa todavía en otro. Zona de duty free shops, también… En la Argentina, las empresas estatales volvieron a ponerse solitas en foco. Tras el cimbronazo privatizador de los ’90, la doble década kirchnerista fue avanzando a paso firme hasta que, nuevamente, estamos con una situación que vuelve a asemejarse a la de fines de los ’80, con el déficit de las empresas estatales como parte central del déficit fiscal financiado inflacionariamente. El año pasado cerró con un déficit del 1,5% del PIB, unos US$7.500 millones, y este año sigue en ascenso. Había llegado a un inconcebible 2,4% del PIB en 2015, se redujo durante el gobierno de Macri hasta 0,7% y volvió a crecer en este gobierno.

En este tema, una parte muy relevante de la discusión será sin dudas quiénes estarán a cargo de estas empresas durante la próxima gestión. Desde ya que lo primero es la decisión política presidencial de reducir ese déficit y poner el estado a gastar solo en lo que debe gastar. Pero una segunda decisión importante será decidir una forma de gobierno profesional y responsable para estas 33 empresas nacionales que son dirigidas por alrededor de 300 directores. Porque las empresas estatales no tienen por qué ser sinónimo de quebranto financiado por aportes estatales. Lo son cuando son mal manejadas, sea por ineficiencia o incompetencia de sus directores, sea por falta de independencia, coraje y, en definitiva, profesionalismo para oponerse a directivas del ministro de gobierno que abusa de sus recursos para conseguir fines políticos de una manera cuasi ilegítima, ya que se persiguen fines no explícitos presupuestariamente usando recursos públicos. Establecer una forma profesional de selección, designación y evaluación de los directores de empresas públicas es un objetivo central de nuestra Agenda Pública.

Nuestra XIIª Convención Anual IGEP 2023 tendrá estos temas como su centro de interés: ¿Cómo recomponer el mercado de capitales argentino, donde canalizar la capacidad de los directores de empresas profesionales? ¿Cómo se designarán en el nuevo gobierno los directores de las empresas estatales? Para este evento, esperamos contar con la opinión de especialistas nacionales y extranjeros que nos contarán experiencias exitosas y fracasos, directores o ex directores de empresas estatales nacionales o provinciales de la Argentina que relatarán cuáles son los desafíos que enfrentan y las dificultades para su gestión y referentes económicos de los distintos espacios políticos que tendrán la responsabilidad de liderar el cambio.

 

Espero que disfruten de esta nueva edición del Newsletter. A partir de este número, contaremos con la desinteresada colaboración de tres integrantes de nuestra Comunidad IGEP que se han ofrecido a conformar un Comité Editorial para la Newsletter, relevando artículos de interés y seleccionándolos para las distintas ediciones. En nombre de toda la Comunidad IGEP queremos agradecerles calurosamente sus esfuerzos para nuestro disfrute a:

Maria José Cristiá, socia activa - DEP XXIX

Mariela Masotto, DICA IV

Armando Ricci, socio activo - DICA II