Durante la reunión anual de la GNDI en Londres, tuve la oportunidad de conversar extensamente con los delegados de ecoDa, la federación continental de institutos de directores, que participa de las actividades de la GNDI en su condición de afiliada. Fruto de esas conversaciones, fui invitado a participar de un webinar sobre el nuevo capítulo sobre sustentabilidad y resiliencia que la OCDE ha incluido en el nuevo código de gobierno societario. Este webinar fue organizado conjuntamente por BIAC (Business at OECD – el brazo empresario de la OCDE), ecoDa e IFAC (Federación Internacional de Contadores).

La reunión comenzó con una valiosa introducción Dan Konigsburg, presidente del comité de gobierno corporativo de BIAC

Citó el ejemplo de un miembro alerta del Directorio de una empresa constructora de caminos en el noreste de EE.UU. Habiéndose percatado de la cantidad de tierra que las canteras tienen a su alrededor para suavizar el impacto sonoro sobre la vecindad, propuso la instalación de parques de energía eólica y solar. El negocio se convirtió en un importante aporte de margen bruto a la empresa.

Konigsburg nos exhortó a “pensar creativamente y tomar riesgos, desafiar a la gerencia respecto de los temas del clima, buscar nuevas oportunidades siempre. Y sobre todo, a integrar Directorios que sean ágiles y más adaptativos”.

A continuación. Carmine di Noia, el director para asuntos empresariales y financieros de la OCDE, dirigió la palabra a los participantes.

Enfatizó la importancia de las novedades introducidas por la OCDE para la salud de los mercados de capitales, enumerando los principales capítulos en que se habían generado dichas novedades:

Enfoque para analizar grupos empresarios.

Códigos de gestión (stewardship).

Explicitación de inversores institucionales.

Importancia de los tenedores de ONs.

Conflictos de interés.

Explicitación de metodologías.

Esquema para la protección de inversores.

Auditores externos.

Participación remota de accionistas.

Explicitación de estructuras de capital y de estructuras de grupos.

Derechos de los inversores y compromisos asumidos por endeudamiento y contratos (covenants).

Sustentabilidad y su explicitación (compatibilización internacional de estándares, aseguramiento externo): responsabilidades del Directorio; diálogo con accionistas y stakeholders.

Hizo además recomendaciones sobre diversidad, refugios seguros para directores y gerentes, remuneraciones.

 

Presentación y comentarios introductorios por los panelistas

Odile de Brosses, directora de Servicios Legales de AFEP (asociación de empresas emisoras de Francia) y miembro del comité de política de emisores europeos.

Comentando cuales son los desafíos de comunicar información sobre sustentabilidad, Odile sintetizó “hablar de los temas adecuados en el momento oportuno”. Señaló que mucho dependía del funcionamiento correcto de los mercados de capitales. Aconsejó foco tanto en los inversores como en todos los stakeholders.

Odile dijo que el nuevo capítulo plantea varios desafíos: rige desde enero 2024 (complejo y extenso), incluye parámetros ESG de los que hay información limitada, requiere recolectar datos en toda la cadena de valor y no hay certeza de que los otros jugadores vayan a colaborar, hay un problema de doble materialidad.

Pascal Durand-Barthez, presidente del comité de Advocacy de ecoDa

Pascal opina que reafirma la importancia del Directorio y de los directorios independientes. Toma en cuenta a los stakeholders, y no solo a los accionistas. Postula que la remuneración ejecutiva debería incluir indicadores no financieros. Aclara significativamente las responsabilidades de los directores. Los accionistas deberían poder litigar, pero los directores deberían estar protegidos de litigación excesiva, con espacios seguros que son bienvenidos. Consagra el principio de “obligación de medios” en lugar de “obligación de resultados”.

Empresas familiares y no listadas toman crecientemente directores externos.

Sharon Ditchburn, directora ejecutiva y fundadora, Capital Advantage Consultants

Sobre materialidad, opina que los principios son bastante agnósticos. Se puede manejar las diferencias entre regiones. Tomará tiempo hasta que estén consagradas en regulaciones.

Las empresas y los Directorios van a estar muy motivados en su aplicación, porque podrán aprovechar esfuerzos ya hechos en otros procesos regulatorios.

Ve un tema difícil en la verificación de datos no financieros. Las empresas tendrán que buscar y confiar en organizaciones que puedan generar data confiable en sus organizaciones. Hay expectativa de que las empresas amplíen su capacidad de verificación de datos, incluyendo consultores en RR HH y técnicos..

Paul Lee, líder de gestión y de inversiones sustentables, Redington

Elogió el capítulo porque toma la perspectiva del inversor..

Obliga a mirar hacia afuera a las organizaciones, tradicionalmente muy focalizadas hacia adentro. Los últimos años probaron que eso no era suficiente.

Las empresas deberían manejar sus riesgos para mejorar sustentabilidad y resiliencia. Imposible no considerar los intereses de los stakeholders, trayendo a los accionistas al diálogo.

Hay un cambio en la actitud de información, pensando fuera de los límites estrechos de la corporación.

Alejandro Marchionna Faré, en representación del IGEP

En LATAM, la regulación tiende a atrasarse respecto de los países que ya están en la órbita de la OCDE y la opinión pública no está enamorada de la economía de mercado.

Brasil tiene un mercado de capitales bien desarrollado y en general se han legislado y aplicado buenas prácticas internacionales gracias a nuestro colega, el IBGC. Chile también tiene un mercado de capitales muy desarrollado y es miembro de la OCDE desde 2010, así que están muy por delante del resto de la región.

Quizás sea negativo sobre mi país. La ley de sociedades de Argentina tiene 50 años. El universo de cotizantes cayó de 400 a 70. Se debe entonces predicar buena gobernanza a empresas no listadas. Este Gobierno ha suspendido el proceso de acceso a la OCDE. La inflación, la sobrerregulación y el permanente ataque al sector privado descarrilan cualquier esfuerzo serio para mejorar la gobernanza. En este entorno, instituciones como el IGEP llevan la antorcha de sustentabilidad y resiliencia, por ejemplo, creando un capítulo de la Net Zero Initiative.

Responsabilidades y riesgos a la luz del nuevo capítulo de sustentabilidad y resiliencia, liderado por Laura Leka, Principal, IFAC

Pascal compartió su visión sobre la ampliación del peso de los stakeholders en la consideración del Directorio.

Los Directorios tienen cada vez más temas en sus agendas. Debe haber límites, ya que suelen ser órganos que trabajan en forma intermitente. Proveen una mirada con cierta distancia del día a día. Los Directorios trabajan con información prioritariamente provista por los ejecutivos, si bien deben buscar la mayor cantidad de información externa que sea posible. Recordar que hay una fuerte diferencia entre un director ejecutivo y un director externo; los nuevos principios lo dejan mucho más claro.

Odile opinó sobre el lugar que tendrá la “business judgment rule” en el nuevo contexto.

Esta regla es realmente genial, una fuente de inspiración para legisladores y jueces. La Comisión Europea también la debería adoptar. Así, la gerencia debería actuar en el mayor interés de la compañía. En Francia, terceras partes deben probar que cualquier fraude se llevó a cabo con toda intención. La C.E. ha tomado un enfoque diferente al de la OCDE para clarificar las obligaciones de los directores – es más estricta sobre ASG/ESG por ejemplo. Los estados miembros de la U.E. deben asegurar que la regulación incluye todas estas responsabilidades, quizás contradiciendo las intenciones de la Comisión.

Sharon abordó el tema de la falta de información para acompañar un mayor foco en la sustentabilidad.

Como hay varios enfoques de regulación, estos temas están llegando con más frecuencia al Directorio. El gran problema es recoger la información, que requiere grandes recursos que no todas las empresas tienen a disposición. También se requiere una interpretación holística de los datos. El timing de todos estos temas, la Resistencia al cambio en el Directorio se desmoronará cuando el tsunami llegue, no será posible evitar la discusión.

Paul tomó la perspectiva de los inversores: qué importancia le darán los Directorios a los intereses de los stakeholders y su relación con el éxito/la prosperidad de largo plazo. Ante todo, el accionista no es el único inversor; traer a los bonistas al cuadro.

Los inversores quieren acceso al Directorio, lo que será controvertido en algunos países. Son los inversores los que deben convencer de las bondades de este paso. Después de todo, todos los actores tienen interés en el futuro del negocio.

Remuneraciones y riesgos – liderado por Laura Leka

Alejandro discutió el balance entre remuneración y riesgos para un director argentino.

Como todo país de mezcla, tenemos legislación continental pero los jueces aman la “business judgement rule”. Pero un director argentino vive en libertad condicional, como dice un colega. El IGEP dedica cuatro veces el tiempo que el IoD británico en la formación en temas legales. Un director de una empresa cotizante puede esperar ganar USD 2.000 por mes. Pero la litigiosidad puede implicar fuertes honorarios de abogados una vez fuera de la función. Un director de EPE puede llegar a gastar todos los honorarios de director cobrados en honorarios legales a posteriori. Uno podría decir que se tiene que tener una cierta vocación religiosa para ser director.

Sharon acotó que se debía desarrollar y conseguir medir KPIs no financieros.:

Pascal: comentó su visión sobre la evolución de la remuneración a directores. En Francia se ha tomado la posición de que la remuneración debería ser fija. Quizás se pueda traer a la mesa el tema del valor de la empresa a largo plazo. Pero será un proceso largo y complicado la búsqueda de indicadores confiables.

Paul: Los inversores anglosajones no se oponen a la participación de stakeholders o empleados en los Directorios. Ya ven moción tras moción en las Asambleas de accionistas. Ven más difícil la participación de los stakeholders.

Como se puede apreciar, la presión de tiempo (en total una duración de 90 minutos…) hizo que los últimos temas no tuvieran el debate que los panelistas hubiéramos deseado tener…