The Corporate Governance Institute organizó a principios de 2023 un seminario por web sobre las principales lecciones de 2022 y las tendencias que se pueden discernir para 2023 en el mundo del gobierno corporativo.
En su presentación, se remarcó que nuevos riesgos geopolíticos, la incertidumbre sobre el crecimiento económico, la resurrección de la inflación y el caos ambiental han tenido un impacto fuerte sobre la gobernanza en 2022. El CGI se preguntaba cómo afectarán todas estas disrupciones las decisiones que tomarán los Directorios en 2023.
El panel estuvo formado por Wassim Karkabi, del headhunter Stanton Chase en Dubai; Stefan Peij, fundador de The Governance University en los Países Bajos; y Karima Mariama-Arthur que lidera programas de gobernanza en la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania y en las Universidades de Cornell y Columbia. El moderador fue David W Duffy, co-fundador de The Corporate Governance Institute.
Además de resumir lo discutido por región de origen de los panelistas, haré algunos comentarios que me parecen apropiados para la realidad argentina.
Grandes lecciones de 2022
Europa:
▪Lo que nos ha traído hasta aquí no nos llevará hasta allá: el modelo del CEO verticalista comienza a ceder lugar al liderazgo conectado.
▪La gestión de la reputación y la construcción de confianza fueron elementos claves en el trabajo del Directorio.
Aumentó la conciencia de que el CEO debe dar ejemplo y fijar estándares de la cultura de la organización.
▪Creció la influencia de los stakeholders externos, ya que ha aumentado su conocimiento de las organizaciones.
EE.UU.:
▪El cambio climático ha llevado a que ESG (1) crezca en importancia en cualquier marco de gobernanza.
▪Se está prestando atención al over-boarding, es decir, al concepto de cuánto tiempo tienen los directores para trabajar adecuadamente. ¿Qué hace un director y cómo lo está haciendo? Los inversores institucionales han intervenido para evitar que los directores sean “over-boarded”.
▪Compensación: hay un interés creciente en cómo gestiona el Directorio el fraude en la organización y a hacer responsables a los directores por este aspecto.
Medio Oriente/Noráfrica:
▪Creció mucho el interés por el gobierno corporativo.
▪Demanda creciente de conocimiento sobre transformación digital.
▪Las razones que despertaron el interés por la gobernanza en las organizaciones fueron:
☑ La buena gobernanza atrae inversores con lo que aumenta el acceso al capital.
☑ En el mundo post-pandemia, la experiencia de los empleados y lo que los motiva se convirtieron en un foco importante del gobierno corporativo tanto como el ESG.
☑ Creció también la importancia del risk management a nivel del Directorio.
☑ La equidad de género aún en pañales ha sido espoleada por la regulación.
Desde una óptica argentina:
▪Continúa pausadamente el interés por el gobierno corporativo.
▪Los asesores hablan de ESG y transformación digital, mucho más que las propias empresas. En temas como estos, hay que saber encontrar el timing adecuado para no ser un misionero de la novedad del Hemisferio Norte pero dejando de focalizar en los verdaderos temas críticos de las buenas prácticas de gobernanza en nuestra latitud.
▪En buena medida porque se va entendiendo que el CEO da el tono (2) a la empresa, también se percibe con claridad que el liderazgo verticalista no es la mejor manera de crear empresas con institucionalidad de largo plazo y sobre todo que sean elegibles por las nuevas generaciones, pero el enano fascista tarda en morir.
▪El trato con los stakeholders parece mucho más para cumplir con lo que está bien como modelo que surgir de un convencimiento del valor social y el impacto amplio que la empresa (3).
▪Todavía se presta una atención limitada al trabajo del Directorio y de los directores, la compensación continúa siendo el tema siempre postergado para épocas mejores.
▪Está ya ampliamente entendido el enorme beneficio que representa incorporar más mujeres a los Directorios, pero no se da con la tecla con buenos mecanismos para hacerlo y no abundan todavía las candidatas con las credenciales sólidas que lo facilitarían.
Tendencias previsibles para 2023
Europa:
▪Mayor foco en ESG e IA (4).
▪La estructura de gobernanza y cambios estructurales como el exceso de uso del Directorio y la distribución de funciones al C-level (5) serán revisadas en forma profunda. Aumentará el número de comités ejecutivos del Directorio.
EE.UU.:
▪El “greenwashing” (6) o maquillaje sobre temas de ESG se verá sometido a mayor escrutinio público y será motivo de penalidades y multas. El gobierno tendrá menos tolerancia hacia organizaciones que no tengan en su lugar los marcos que le permitan obtener los resultados prometidos sobre ESG.
▪IA y la falta de confianza en los empleados pasarán a ser temas claves. Habrá más conversaciones sobre cómo se usa IA para vigilar las actividades del personal.
▪Se involucrará más al Directorio en las grandes disrupciones generadas por la tecnología en áreas como innovación, blockchain (7), IA y herramientas que nos permitan estar en múltiples lugares en múltiples momentos.
▪La inflación y las disrupciones a las cadenas de suministro continuarán ocupando tiempo del Directorio.
▪El rol de la presidencia será determinante en la forma en que el Directorio ejerza su liderazgo de la organización. La presidencia efectiva será más invisible, se mantendrá más neutral y resistirá imponer sus propios puntos de vista. Una buena presidencia tendrá que entender mejor y más profundamente el negocio.
Medio Oriente/Noráfrica:
▪ESG y la conexión con el bienestar serán críticos, en particular la idea de “employee wellbeing” (8).
▪Mejor regulación llevará a poner a ESG firmemente en un lugar privilegiado en la agenda.
▪Los requisitos de reporting crecerán y mejorarán.
▪El proceso de evaluación sobre prácticas de ESG y el análisis por parte de las instituciones financieras de la realidad de esas prácticas – tendrán una importancia mayor.
Desde una óptica argentina:
▪Año electoral que posiblemente lleve a la alternancia en el gobierno nacional y en varias provincias. Los Directorios se deberían preparar ya para aprovechar un esperable cambio de marco referencial más favorable a la empresa privada. Sería deseable volver a pensar en el mediano y largo plazo pero los directores estarán enfrentados a una marea contraria todavía.
▪El foco en el escenario de corto plazo será excluyente tema de análisis y debate en los Directorios para confirmar el cambio de entorno.
▪En paralelo, se continuará trabajando a salto de mata para reaccionar a la interminable saga de medidas intempestivas, cortoplacistas y restrictivas que sacan de sus galeras el Ministerio de Economía y el Banco Central.
▪Así, la inflación bordeando el 100% y el tipo de cambio sobrevaluado continuarán siendo tema de discusiones interminables y necesarias para no herir el patrimonio de las empresas que conducimos los directores.
▪Se corre el riesgo de precipitarse tras la marcha triunfal del ESG en los países desarrollados y no prestar atención a las realidades locales que son más elementales y apremiantes.
▪La buena gobernanza debería ser un tema presente en forma permanente, pero no podrá anidar como corresponde en la agenda de los Directorios en un país que no funciona de manera normal.
Como he dicho repetidamente, los directores argentinos no podemos quitarle el cuerpo a la evolución de la gobernanza en el mundo. Sin embargo, nuestra prioridad debe necesariamente atender a las situaciones y a los cambios mayores que son propios de nuestra realidad. Es decir, atender al corto plazo mientras construimos el largo plazo de nuestros Directorios y de nuestras empresas.
No hay ni puede haber divergencias con las tendencias del mundo; la excepcionalidad argentina no debería ser tal y es de esperar que vaya apagándose. Pero debemos trabajar en paralelo lo universal y lo local para no ser considerados las Marías Antonietas de 2023.
(1) ESG = environment, social, governance. O ASG en castellano = ambiente, social, gobernanza.
(2) Tone at the top = el mantra de los cultores del compliance.
(3) Ver “Postcapitalismo”, libro de quien escribe estas líneas y del Ing. Agr. Luis María Urriza, publicado en diciembre 2022 por Editorial Dunken.
(4) Inteligencia artificial
(5) Nivel de gerente general y sus reportes directos a cargo de áreas de la empresa.
(6) Lavado verde por la influencia de baja performance en temas ambientales.
(7) Tecnología de seguimiento y registro indeleble de eventos.
(8) Bienestar de los empleados.