Desde 1989 teníamos la “seguridad” que no habría una invasión a territorios de países miembros o cercanos a la OTAN.

Ante la incredulidad de todos, en marzo 2022 Rusia invade Ucrania. Siendo esto, un acto repudiable y terrible, aún así, generó un sinnúmero de oportunidades en el mercado de los commodities y la energía.

Los dos mayores productores del mundo de Girasol y su aceite, entraban a un conflicto bélico. El cual aún no ha cedido; Diría se ha agravado. Pasó de ser una incursión la cual pensábamos sería de corta duración, ya que todos suponíamos que el conjunto de países de Europa y Occidente se opondrían. Pasó a ser un conflicto que perdura en el tiempo ante la pasividad o mínimas intervenciones de los países miembros de la OTAN.

En Ucrania la guerra sigue, aunque el precio de los commodities haya bajado y el mundo y su producción se hayan reacomodado.

Esta guerra, aunque terrible, le dio a la Argentina una nueva oportunidad de reorganizar sus fuerzas productivas del agro. En la campaña 22/23 se recuperó el área sembrada de Girasol a 2,3 Millones de hectáreas, en parte atraídos por los mayores precios de los commodities, tanto del grano como el aceite. Llevando la producción total de la campaña 22/23 a 4,6 millones de toneladas.  En 1999 con una producción de 6.1 Millones de toneladas participábamos del 60% del mercado mundial de Aceite de Girasol.

En la campaña 23/24 el área sembrada no superó las 1,85 Millones de hectáreas, un 21% menos que la campaña 22/23, y la producción fue un 21,7% menor alcanzando los 3,6 Millones de toneladas.

Esta oportunidad de volver a ser un actor relevante en el cultivo y mercado de aceite de girasol se vio frustrada por la nula comprensión del gobierno y la persistencia de mantener inalterables las retenciones impuestas al cultivo.

Restricciones impuestas por un gobierno que atacaba la producción primaria con la intención de redistribuir los ingresos para sostener sus políticas populistas.  El girasol pagaba derechos de exportación tan altos como la soja: tributa 32% por el grano, apenas tres puntos menos que el poroto de soja. Además, el girasol paga 30% por su aceite. Haciendo su cultivo poco rentable y no atractivo, ya que es por características agronómicas un cultivo con mayores riesgos que el de la Soya.

Hoy participamos en un 12 – 14% del mercado Mundial de Girasol, aun cuando nuestros principales competidores, aún se encuentran en Guerra.